Un periodista disfrazado de jeque tiende una trampa a Eriksson

El seleccionador de fútbol de Inglaterra, Sven-Goran Eriksson, creyendo hablar con un jeque árabe que en realidad era un periodista, le aseguró que dejará su puesto si gana el Mundial-2006 de Alemania y que podría comprar el Aston Villa, asegura este domingo un tabloide británico.

Durante una cena en un lujoso hotel de Dubai, el periodista del News of the World disfrazado de jeque le preguntó al sueco si, antes de que expire su contrato con la Federación Inglesa de Fútbol en 2008, podría dejar su puesto para hacerse cargo del Aston Villa.

Eriksson, que al principio se reía, ante la insistencia del periodista le habría respondido: "Todo es posible. Pero sólo al final de la temporada. Cinco años y medio es mucho para un seleccionador de Inglaterra. De todas formas, si gano el Mundial, me voy, adiós".

Un portavoz de la federación contactado por AFP se negó a hacer comentarios. "Queremos analizar ese artículo en su totalidad antes de hacer una declaración oficial", dijo.

El agente del seleccionador, Athole Still, negó que Eriksson piense dejar Inglaterra si gana el Mundial. "Tras una conversación (con el falso jeque y sus cómplices), dijeron que tenían una sustancial suma de dinero para invertir en un club inglés y nosotros mencionamos el Aston Villa", explicó.

"El resto de la conversación es pura fantasía. Sven no dijo en ningún caso que no cumpliría su contrato con Inglaterra, incluso habló de prolongarlo hasta 2010", añadió.

"Habló de la posibilidad de entrenar al Aston Villa porque nunca se sabe lo que puede suceder en el fútbol pero no era más que una hipótesis", agregó.

News of the World asegura haber empezado a preparar el engaño en julio, estableciendo los primeros contactos con el sueco. Según el periódico, fue Eriksson quien le propuso al falso jeque comprar entre los dos un club. "Aston Villa está en venta", le habría comentado.

Según el tabloide, Eriksson pensó en contratar a las estrellas británicas David Beckham, del Real Madrid, y Michael Owen, del Newcastle, y quería unos ingresos equivalentes a los "del mejor pagado", José Mourinho. El portugués entrena al Chelsea, propiedad de Roman Abramovich, un multimillonario ruso.