20131203

El hombre que practica sexo con coches


El hombre que practica sexo con coches




Edward y su novia.

Antes de entrar en materia, deciros que el nuevo diseño del blog y la necesidad de registrarse como usuario para dejar comentarios no ha sido idea mía. Siento que a algunos no os haga mucha gracia este hecho, aunque estoy seguro que los señores de elmundo.es no pretenden ficharos a todos en plan policial. Por lo pronto, espero que sigáis colaborando en esta cama redonda tan bien como hasta ahora. Y que no cunda el pánico.

Un día, a las tantas de la madrugada, vi en un canal alemán un reportaje que me dejó absolutamente perplejo. Tanto, que creí estar viendo un sketch de “Muchachada Nui”. Pero no, el que salía en el programa no hablaba con acento manchego. Era un señor norteamericano que aseguraba haber tenido relaciones sexuales con más de mil coches a lo largo de su vida. Tal como suena. Y para que veáis que no estaba soñando ni bajo los efectos de ninguna sustancia dopante, aquí podéis ver algunas partes del reportaje, aunque está colgado íntegramente en youtube, eso sí, troceado. En la quinta parte, por cierto, podréis ver cómo hace sus cositas con el coche de un amigo suyo, filmado con cámara oculta, masturbándose frenéticamente en el hueco de la rueda delantera.

El protagonista de la historia se llama Edward Smith y tiene 57 años. Tuvo su primera experiencia sexual con un coche a los 15 años y en la actualidad mantiene una relación con una Volkswagen escarabajo llamado Vainilla. Porque, por si no lo sabíais, según Edward hay coches macho y hembra y él, además de distinguirlos, se declara cien por cien heterosexual. Edward asegura no estar mal de la cabeza y proclama a los cuatro vientos que su pasión por los vehículos a motor (también le gustan los helicópteros) no constituye ningún peligro para nadie. En este fragmento del reportaje aparece absolutamente salido en una feria de automóviles de segunda mano, sobando coches, dándoles besitos en el capó y valorando el calibre de los tubos de escape como un cliente en un club de alterne. Como os podéis imaginar, la gente alucina bastante ante el espectáculo. Y eso que son norteamericanos y esa gente está acostumbrada a ver cosas muy extrañas limitándose a poner la misma cara de paisaje que una vaca viendo pasar un tren. Sin embargo, no sé qué pasaría si Edward se diera una vueltecita por España, teniendo en cuenta la tradicional querencia y sobreprotección que desarrollan algunos por su coche en nuestro país. Ahora que lo pienso, yo tenía un vecino que se tiraba todos los domingos y fiestas de guardar tirado debajo de su coche arreglando todo tipo de averías imaginarias. A lo mejor era un mecafílico que se ponía las botas ante nuestras narices practicando un 69 tras otro… Puede.

El currículum sentimental de Edward Smith es francamente vistoso. Estuvo más de cinco años enrollado con una Volkswagen escarabajo (definitivamente le gustan las redondeces) que compró a una familia de Testigos de Jehová. En la actualidad, mantiene una relación abierta con Vainilla, porque también tiene relaciones sexuales con un Ford GT y un Ford Ranger, además de echarse más de una cana al aire cuando encuentra un ejemplar que lo pone a cien en cualquier parking.

Como sucede con otras parafilias extrañas y poco comunes, Edward no está solito en el mundo. Gracias a su aparición en el reportaje en cuestión hablando de sus pulsiones sexuales por los vehículos a motor y su difusión por internet, por lo menos 500 personas en todo el mundo han reconocido tener los mismos gustos sexuales.

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