Estudiando una de las investigaciones realizadas por el Parlamento Europeo sobre el Islam en Europea («L’Islam nell’Unione Europea: che cosa ci riserva il futuro?») , encontré una sección donde se habla de las prácticas culturales musulmanas que presentan graves desafíos para la cultura cristiana del viejo continente. Entre estas, el documento afrontaba la poligamia y toca el tema de la posibilidad de asumir políticas permisivas con respecto a los ciudadanos musulmanes que quieran crear, mantener o convalidar este tipo de vínculos en territorio europeo.
(Mauricio Artieda en Catholic Link/InfoCatólica) Después de algunos giros argumentativos el documento señala – en modo políticamente correcto – que este tipo de prácticas contravienen seriamente los usos y las costumbres de las naciones pertenecientes a la UE, y que, por lo tanto, cualquier política de reglamentación debe ser muy cuidadosa de las consecuencias culturales que esto ocasionaría.
Sin embargo, a pesar de lo dicho, la sección termina con un párrafo de una sinceridad inquietante:
«Hoy, sin embargo, después de la legalización de los matrimonios homosexuales en algunos países, la cuestión parece menos relevante porque el tradicional matrimonio cristiano no es más la única institución sobre la cual la familia puede basarse en términos jurídicos. El derecho de familia post-moderno está siempre más caracterizado por el individualismo que, a su vez, promueve la pluralidad de modelos de matrimonio y de familia. En los sistemas jurídicos en los cuales formas de matrimonio sustancialmente diferentes coexisten sobre la base de la recíproca legitimidad, la poligamia puede presentarse como una ulterior manifestación de este tipo de uniones no menos ligada al derecho de familia europeo que un matrimonio homosexual»
Es decir, el «matrimonio» homosexual rompe con el fundamento natural y la función social del matrimonio cristiano y recoloca dicho fundamento en la mera decisión de los contrayentes, sin atingencia a función social alguna. Esto abre una brecha a través de la cual no solamente pasa la figura jurídica de los «matrimonios» entre personas del mismo sexo sino muchas otras formas más; entre ellos: la poligamia, el incesto, los «matrimonios» consigo mismo, e incluso – extentiendo muy ligeramente la figura – los «matrimonios» con animales, plantas, objetos y demás.
He hecho una breve recopilación de este tipo de uniones sólo para que sepamos que están ahí. Vienen detrás del «matrimonio» homosexual y nuestra sociedad, después de la destrucción de la familia natural, como clarividentemente lo entiende el documento del Parlamento Europeo, se ha quedado sin argumentos racionales para oponerse al reconocimiento jurídico de estos tipos de «nuevas familias».
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