El FBI publica diversos documentos que vinculan a Marilyn Monroe con el comunismo

El FBI publica diversos documentos que vinculan a Marilyn Monroe con el comunismo

• Vigilada por su amistad con personajes supuestamente vinculados al comunismo, la agencia llevó a cabo un seguimiento sobre ella
• Aunque el material saca a la luz datos sumamente jugosos, lo cierto es que no contiene ninguna revelación explosiva

Tras ser ocultados durante 50 años, el FBI ha tomado la determinación de publicar diversos archivos vinculados a Marilyn Monroe que relacionan a la estrella de Hollywood con personajes vinculados a la ideología comunista. Vigilada por su amistad con diversos personajes supuestamente vinculados al comunismo, la actriz se puso en el camino del entonces director del FBI J. Edgar Hoover y su obsesión con las infiltraciones en territorio estadounidense.Aunque el material saca a la luz datos sumamente jugosos, lo cierto es que no contiene ninguna revelación explosiva. Sin ningún nuevo dato acerca de la muerte de Marilyn, lo más interesante de dichos documentos es que ponen el foco en ciertas personalidades, como la de Frederick Vanderbilt Field, que mantenían vínculos con facciones de la izquierda y con los que la actriz tuvo algún tipo de relación.Marilyn Monroe conoció a este joven, miembro de una familia adinerada, en 1962 en un viaje de la actriz a México para adquirir una serie de muebles. Allí, Frederick, que mantenía ciertos vínculos con círculos comunistas, se ocultaba junto a su esposa y la relación que estableció con la actriz estadounidense fue tal que llegó a trascender a los más allegados de la intérprete que comenzaron a preocuparse por ella. Pero la relación no solo suscitó recelos entre los más cercanos a Marilyn, sino que tampoco agradó a los miembros del Grupo Comunista Estadounidense en México, con los que Frederick mantenía una estrecha colaboración.Los archivos acerca de Marilyn que tenía en su poder el FBI, a los cuales se ha podido tener acceso gracias a la Ley de libertad de información, contemplan también una llamada telefónica anónima al diario New York Daily News que dejaba entrever los posibles nexos entre el por aquel entonces marido de la actriz, el dramaturgo Arthur Miller, y el comunismo.