El Congreso colombiano aprobó una ley que sanciona con multas y hasta con el despido a los jefes que utilicen palabras soeces, comentarios hostiles, amenazas de despidos, descalificaciones humillantes o burlas sobre la apariencia física o forma de vestir de sus subalternos.
Según el congresista Óscar Iván Zuluaga, ponente del proyecto, con esta ley se busca garantizar la dignidad de los trabajadores colombianos muchos de los cuales, en su criterio, se ven sometidos a frecuentes humillaciones y tratos denigrantes por parte de sus patrones.
La ley, que pasará a sanción del presidente colombiano, Álvaro Uribe, también castiga al superior que induzca a un subalterno a dimitir y a aquel "que ejerza un trato diferenciado con un trabajador por razones de raza, género, origen familiar o credo".
Las sanciones a los jefes abusivos contemplan la terminación del contrato laboral y multas.
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