La policía italiana paró este domingo en Nápoles a los ocupantes de una scooter: una pareja y sus dos hijos, que tuvieron que terminar su viaje a pie y con una sanción para el conductor.
La familia se topó con un control en Pozzuoli, a las afueras de Nápoles. El hombre conducía y su esposa iba situada entre sus dos hijos, de dos y cinco años de edad, precisó la policía.
Los agentes les impidieron seguir la marcha en la moto y tuvieron que hacerlo caminando.
Por esta imprudencia, el padre de familia ha perdido once puntos de su carnet de conducir y deberá abonar una multa de 213 euros.
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