Los sistemas de seguridad ultrasofisticados instalados en las propiedades de la Familia Real británica en Escocia son activados "día y noche" por los paseos intempestivos de siete patos indios particularmente veloces, informa el diario The Times este miércoles.
Los patos y patas, bautizados Arabella, Antoine, Parsley, Sage, Rose, Mary y Thyme, fueron comprados por el príncipe Carlos para luchar de modo ecológico contra las babosas, caracoles y otros bichos en sus tierras del castillo de Balmoral, cerca de Birkhall (al norte de Escocia).
Tras una serie de intrusiones de personas en el palacio de Buckingham y en el castillo de Windsor, la seguridad de Balmoral fue mejorada con detectores enterrados en los senderos y en el césped.
Ninguno de esos aparatos es capaz de distinguir sin embargo a los intrusos palmípedos, que activan las alarmas a cualquier hora de la noche y del día, según una fuentes allegada al castillo.
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