20130827

5 fiestas raras de España

5 fiestas raras de España

España es un país de fiestas y millones de turistas se movilizan para vivirlas de cerca. Entre las más populares se cuentan: los Sanfermines de Pamplona, la feria de Sevilla, los carnavales de Tenerife, las fallas de Valencia; por citar solamente algunas.
Fiestas España: Quema de las fallas en Valencia
Fallas de Valencia
Sacar un promedio de cuantas fiestas se celebran es complicado, se tendría que empezar haciendo un recorrido por los más de 8000 municipios españoles. Si se promediasen unicamente las denominadas fiestas de interés turístico internacional se llegaría casi a las 50.
En el país mediterráneo, las festividades son de toda índole: religiosas, históricas, culturales, varias de ellas ligadas a la idiosincrasia del pueblo. Entre tanta celebración y tradición existen fiestas menos convencionales que rompen con todo lo imaginado, ante las cuales es imposible no quedarse con una cara de asombro.
1. Saltar Bebés (El colacho)
¿Saltar por encima de los bebés? Si, así es. Desde 1620, en la localidad burgalesa de Castrillo de Murcia, durante el Corpus Christi existe una tradición que consiste en reunir los bebés nacidos a lo largo del año y acostarlos sobre colchones para que luego hombres disfrazados de Colacho salten sobre ellos, alejando así sus males o por lo menos esa es la creencia.
El Colacho es un personaje popular que representa al demonio. Vestido de colores, cubierto con una máscara y armado de una “cola de caballo”, recorre el pueblo para golpear a los lugareños que encuentra a su paso, mientras ellos lo provocan con insultos.
El punto cumbre de la fiesta es el domingo, ese día se celebra una procesión, previamente a su llegada se procede con el protocolo y se produce el salto por encima de los bebés.

2. Romería de los Ataúdes
En San Xosé de Ribarteme, Pontevedra, desde hace más de 5 siglos, cada 29 de julio es costumbre que los vivos se acuesten en ataúdes y sean llevados en una romería por el pueblo.
La procesión se realiza en honor a Santa Marta, patrona de los que están en peligro de muerte, la tradición indica que Marta era la hermana de Lázaro, a quien Jesucristo resucitó.
Los penitentes ofrecen este acto a la Santa como agradecimiento por haber sido salvados de una enfermedad, como suplica para ser curados o en cumplimiento de una promesa relacionada a la salud. Sus familiares y amigos los transportan en el ataúd desde la parroquia de la localidad hasta el cementerio, para luego regresar al punto inicial.
Esta festividad se considera según un periódico inglés la segunda más rara del mundo.

3. Lanzar pan al paso de un Santo
En Lubrín (Almería), el 20 de enero se conmemora la fiesta de San Sebastian. Ese día se realiza una procesión donde llevan la imagen del santo; a su paso, la gente arroja roscos de pan desde los balcones, terrazas y ventanas de sus casas, mientras quienes van en la procesión intentan agarrarlos.
Esta tradición nació en los tiempos en que el cólera, la peste y las hambrunas hacían de las suyas en el lugar. Por aquel entonces, la gente se encomendaba a San Sebastian y paseaba su imagen por el pueblo, cuando se sobreponían a esas circunstancias difíciles, los más pudientes destinaban parte de su cosecha para alimentar a los menos favorecidos. Con el tiempo la tradición fue cambiando y según la leyenda los ricos comenzaron a mandar a elaborar los roscos de pan, pero para no contagiarse de las enfermedades de los más pobres, los arrojaban desde lejos. 

4. Los Empalaos
Tiene lugar en Valverde de la Vera, Cáceres, a la media noche del jueves santo. Como su nombre lo indica la fiesta gira en torno nada más y nada menos, que a procesiones protagonizadas por hombres cuyos brazos van amarrados a un trozo de madera, a la manera en que Jesús fue crucificado, el torso de estos hombres también va perfectamente amarrado; al sacrificio se le suman los pies descalzos de los penitentes y en algunos casos unas abrazaderas de hierro que cuelgan y acompañan con su ruido el silencio de la caminata.

5. La Tomatina
La singular batalla de tomates de Buñol, Valencia, conocida como la fiesta de la Tomatina ha alcanzado tal popularidad que ya la han incluido en un videojuego y comienzan a celebrarla en otras partes del mundo. Por ejemplo Sutamarchán, mayor productor de tomates en Colombia desde hace 6 años realiza la Tomatina Criolla; en Quillón, Chile también ya van por la tercera edición de su “guerra del Tomate”; los españoles radicados en Inglaterra tampoco querían quedarse fuera de la fiesta así que crearon su propia Tomatina Londinense.
En Buñol se estima que cada año se usan unos 150 mil tomates en la fiesta.

Estas son 5 de las fiestas raras de España, hay otras bastante particulares que involucran animales e incluso llegan a ser crueles, algunas de ellas ya han sido prohibidas o modificadas intentando hacer un menor daño.
Indudablemente España tiene el listón bien alto en cuanto a fiestas se refiere y la originalidad de sus tradiciones no conoce limites.

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