Un australiano de 71 años de edad que llevaba muerto una semana en su coche, estacionado en un aparcamiento de una localidad cercana a a Melbourne, fue objeto de una multa que le puso un policía que no se dio cuenta de que estaba dentro, informaron este viernes fuentes municipales.
La multa fue puesta entre el parabrisas y el cristal delantero del vehículo por un agente de policía que no vio nada anormal en el coche, más que la necesidad de ponerle la nota.
El alcalde de la localidad de Maroondah, Peter Denham, se ha disculpado ante la familia del difunto, recordando que el coche tenía los cristales ahumados.
"Es muy triste, si se considera el número de vehículos que pasaron al lado de este hombre y el hecho de que las patrullas de policía y los vigilantes del cnentro comercial no notaron nada raro", añadió.
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