20121114

El Jueves: Uno de cada cuatro treintañeros lleva gafas por intentar ver porno codificado durante su pubertad


Uno de cada cuatro treintañeros lleva gafas por intentar ver porno codificado durante su pubertad · eljueves.es · ¡Manda güevos!

La miopía derivada de forzar la vista intentando ver «La Peli del Plus», lacra oftalmológica del siglo XXI.


Cayo coco, tribuno romano (s.II a.C.) Según Wikipedia, fuentes anónimas y hermanos mayores contando batallitas: existió una época en que Internet era algo que tenían unos pocos. Una época en que el sonido de los módems llamaba a los pioneros de lo digital al apareamiento (individual, mayormente). Una era en la que hasta el amante más experimentado terminaba la faena antes de que acabara de cargarse la foto entera. Ante tal falta de medios, a los irresponsables chavales de la época no les quedaba otra cosa que intentar mirar LA PORNO DEL PLUS y, en el caso de los más pobres, verla codificada.

Aun así, todo era diversión: la aventura épica para pillar el salón sin gente; las leyendas urbanas sobre que justamente ese programa estaba un pelín menos codificado; y miles de jóvenes buscando cualquier forma de ver carne magra. Por desgracia, no todo ha resultado ser tan chupiguay (en argot de la época según arqueólogos consultados). El sobreesfuerzo derivado de intentar distinguir un brazo de un trancote, cabezas de dibujo animado de tetas operadas, o la espada de Highlander de la espada de Mandingo, ha acabado pasando factura a toda una generación: una miopía galopante que intentan disimular con excusas absurdas. Ahora los ves por la calle, con su camisa de cuadros, sus gafitas de pasta... ¿Ávidos lectores? ¿Cinéfilos empedernidos? ¡Y un cuerno! Una turba de pajeros que forzó la vista más allá de lo humanamente posible.

Además, recientes estudios médicos han avalado la tesis inicial: la deformación de retina fue provocada por la visión incansable de píxeles grises y negros en la oscuridad del hogar. La moda de los libros de El ojo mágico acabó de rematar la jugada. Eso sin contar a los que les pilló su madre en plena faena, hoy día ya bizcos irrecuperables.

Ante tal evidencia médica, cientos de jóvenes parados intentan, pese a perder le poca dignidad que les queda, demandar al canal de pago para obtener una indemnización o un subsidio (en caso de desear más información contacta con: “Plataforma de afectados por la porno del Plus”. Pol.Ind. El Pinar, Majadahonda).

El caso más extremo, Eleuterio Afú, está siendo estudiado en más profundidad. El pobre hombre ha perdido la visión en color y solo es capaz de mantener relaciones sexuales si su mujer habla a través de un walkie talkie con las pilas gastadas mientras suena Kraftwerk. "No es todo tan malo" - comenta el afectado - "sólo con ver una superficie gris y rugosa ¡veo porno gratis!".

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