La policía portuguesa multó a un hombre de 55 años, vecino de Povoa de Lanhoso, al noreste de Lisboa, con 400 euros despúes de su detención por haber circulado sin permiso de conducir desde hacía 35 años, informó el miércoles la prensa local.
Alberto Pareira dijo al periódico Correo de la Mañana que nunca dejó de conducir desde que se subió por primera vez a un automóvil en 1971, y contó que incluso manejó una mini-van para una compañía en la que tuvo un trabajo temporal, cuando vivió en Suiza.
El hombre intentó dar crédito de su forma cuidadosa de conducir afirmando que nunca tuvo un accidente, "pese a que a veces es complicado eludir los desplazamientos peligrosos de los que tienen licencia".
Pereira fue detenido por primera el domingo en su ciudad, Povoa de Lanhoso, (unos 400 kilómetros al noreste de Lisboa), tras salir de un hospital local donde recibió tratamiento por un corte en la mano. El multado conductor declaró al diario que dejó su coche en la casa de uno de sus hijos mientras tramita la licencia, "para no caer en la tentación".
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