20120531

Para qué sirven las pagas

Susana, la delincuente de La Calzada, confiesa su gusto por robar en un programa televisivo.

«El día que entre en prisión será porque mate a alguien. Por ahora no lo tengo pensado pero...». Susana López, la joven vecina de La Calzada detenida unas quince veces desde su reciente mayoría de edad, lo dejó ayer claro: «Me gusta robar». Lo manifestó en el programa Espejo Público de Antena 3, donde protagonizó un penoso episodio en el que incluso llegó a amenazar con un puñal al equipo de televisión que acudió a su domicilio.

La problemática adolescente, para quien su madre solicitó al Principado que se hiciese cargo de su custodia, admitió que su intensa actividad delictiva tiene como objetivo «el dinero fácil». «Robo bolsos, pero no es mi culpa. Las chicas los dejan por ahí tirados y yo se los recojo...», se vanaglorió. Su ámbito principal de actuación son los bares de las zonas de ocio y las tiendas de ropa.

«Una vez, a la salida de un cajero conseguí robar 4.000 euros. Nos fuimos a Barcelona, me compré ropa y nos colocamos», resume. No suele actuar sola. «Tengo una menor que roba también para mí a cambio de cama y comida», dice. De esa forma, ha conseguido eludir, de momento, el ingreso en la cárcel. No obstante, está pendiente de varios juicios derivados de los arrestos de los últimos meses. La acumulación de condenas la llevarían directamente al centro penitenciario de Villabona.

«No me merece la pena»

Según explicó la propia Susana, recibe una paga subsidiaria de los Servicios Sociales, que le ayuda a mantener a su hijo de poco más de un año. «No pienso trabajar nunca, porque si no me quitarían la paga, así que no me merece la pena», aseveró.

Dicho esto, reconoce no estar pasando un buen momento: «Estoy un poco tocada, trastornada. Pero mi madre lo está más». Su progenitora, Mónica López, es diana de su ira. «No seré feliz en la vida si tengo a mi familia cerca. No quiero saber nada de ellos. No les quiero». Mientras la joven protagonizaba ese delirante relato, su madre asistía en directo al plató del programa de Antena 3. Fue ella quien hace siete años pidió ayuda al Principado para que se hiciesen con la custodia de su hija. Susana pasó un largo tiempo en centros de acogida. A su vuelta al hogar, la convivencia siguió siendo «muy complicada».

Hace apenas dos meses, Mónica López aseguraba a EL COMERCIO que la culpa del historial delictivo de su hija «la tenían todas las instituciones del Principado que no la habían ayudado». La mujer mantiene ahora una tensa relación con la chica.

Pesimismo

«A mí me han querido ayudar, pero he sido yo la que no he querido», difiere Susana. «Es un ejemplo de fracaso de resocialización que no ha aprovechado todas las facilidades que se le han ofrecido. Jóvenes como ella no se dejan ayudar. Es una tarea muy difícil y se les plantea un futuro muy pesimista», señalan desde la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, adonde esta gijonesa acude con mucha frecuencia.

«No pienso trabajar nunca; cobro una paga». El Comercio

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